Una chica replicó la vestimenta de Kim Kardashian durante una semana y esto es lo que aprendió.







Seguirle el paso al guardarropas de la estrella de E! no debe ser tarea fácil.


La vida de Kim Kardashian no sólo se trata de paparazis y lujo, también implica ponerse ropa muy ajustada y a veces incómoda en nombre de un bien mayor (y por bien mayor nos referimos al deleite de verla en piezas de diseñador que nunca podremos comprar nosotros).

La editora de Elle, Sally Holmes quería saber lo que es ser Kim, así que durante una semana se propuso vestirse como ella, y en ese tiempo aprendió una gran lección: “Vestirse como @KimKardashian me enseñó que ella es MUY muy valiente”, tuiteó Holmes.

Sally también explicó que el tema del experimento era “ropa ajustada” y que incluso debió utilizar una faja bajo su ropa.


“Tras ponerme unos ajustadísimos shorts reductores (por favor necesito 10 minutos más para subirlos a la cadera), me  coloqué una falda verde y un top corto y me miré en el espejo”, escribió. “CURVAS POR TODAS PARTES. Como la falda era una muestra, seguramente era 2 o 3 tallas más pequeñas, así que se ajusta demasiado a mi silueta”.


¿Otra cosa implica lucir como Kim? Gastar enormes cantidades de dinero.

Buscamos los precios de cada pieza que se puso Holmes en su experimento editorial y, como era de esperarse, son muy caras.

Lunes: una falda verde oliva de LC, con un top marrón L.C (no encontramos los precios porque las piezas estaban agotadas) y sandalias Etro (1.100$).

Martes: jeans J.Brand (218$), tacones Manolo Blahnik (725$).


Miércoles (el día más caro): zapatillas APL (140$), leggins APL (88$), body de Givenchy (2.600$), pantalones de cuero (3.310$).

Jueves: tacones Gianvito Rossi (1.595$, aunque ahora en oferta por 957$).

Viernes: leggins American Apparel (28$), chaqueta de Capulet (198$).

Pero pese a lo incómodo y costoso de la vestimenta, hubo una lección positiva.


“Ciertamente atraje muchas miradas, pero la ropa no hace a la persona. No obstante, estos atuendos sí me dieron mucha confianza en mí misma. No me convirtieron completamente en Kim Kardashian, pero ciertamente lo intenté”, concluyó la editora.

Ahora necesitamos que alguien haga lo mismo pero imitando los looks de Miley Cyrus.

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